Como familiares de un enfermo de demencia tenemos que afrontar muchos pequeños duelos durante un tiempo que, a veces, se nos hace eterno. Para poder solventar y llevar mejor dichos “duelos” es necesario que el cuidador se forme en las etapas de la enfermedad pero también que tenga fuerza interna para afrontarlas.

En este taller damos las herramientas y el oxígeno que muchas veces nos hace falta.